En la temporada de 2009 se realizó una prospección pedestre con una cobertura total de 80 km² en la zona alrededor del sitio, con la meta de entender los patrones de asentamiento a través de tiempo y la relación entre Machu Llaqta y otros sitios de la localidad. En 2010 regresamos brevemente a unos cementerios prehispánicos de Machu Llaqta para recoger más datos sobre las características de las tumbas.
La prospección del 2009 se llevó a cabo por dos equipos trabajando simultáneamente durante siete semanas. Cada equipo caminó en transectas a intervalos de 50 metros y utilizó una unidad GPS portátil de alta precisión para registrar los límites de cada sitio y cualquier evidencia de arquitectura (muros, viviendas, tumbas). Recolecciones superficiales sistemáticas fueron realizadas en cada sitio mayor a una hectárea. Todos los datos de la prospección fueron incorporados directamente a un SIG (Sistema de Información Geográfica), facilitando su análisis y visualización.
ResultADOs
Durante la prospección se registraron 101 sitios de todos las épocas, además más que 300 elementos arqueológicos aislados (mayormente tumbas). Las conclusiones presentadas a continuación se deben considerar como preliminares aún.
En general, los sitios habitacionales están ubicados con frecuencia en las zonas topográficas con alto potencial agrícola tales como en las laderas aterrazadas frente a la laguna Umayo y la zona de piedemonte y laderas bajas con alturas menores que 3.950 m. No obstante, algunos sitios se ubican en las cimas y mesetas altas de la zona (incluyendo Machu Llaqta). Sin fuentes de agua y expuestos a los elementos, los lugares más altos tienen escaso potencial agrícola e inclusive hoy casi no presentan ocupación actual; sin embargo, su selección y ventaja está dada por sus características defensivas.
Cuatro sitios con importantes ocupaciones arcaicas (<5000 – 2000 a.C.) fueron identificados en la prospección, encontrándose además algunas puntas arcaicas aisladas. Estos hallazgos, aunque escasos, indican el uso esporádico de varias zonas topográficas en el Periodo Arcaico.
El Periodo Formativo (2000 a.C. – 400 d.C.) se distingue en sus inicios por el desarrollo de la agricultura y la vida sedentaria; eventualmente, por el surgimiento de centros ceremoniales con montículos y patios hundidos (ver El Problema). El área de la prospección cuenta con una presencia fuerte de sitios formativos ubicados mayormente en las laderas bajas de la zona lacustre, los cuales presentan condiciones óptimas para el cultivo. Un sitio en particular muestra la presencia de las tradiciones ceremoniales típicas del período (ver izquierda): un montículo artificial monumental con un patio hundido en su cima y canchones rectangulares delineados por anchos muros. Otro patrón poco esperado consiste en la presencia de algunos sitios formativos en la parte alta de los cerros, haciéndolos naturalmente defendibles.
La identificación de sitios fechados para el Medio Horizonte (400 – 1000 d.C) es todavía provisional debido de los problemas de la secuencia cerámica. Podemos decir que hay una ligera pero significativa presencia de cerámica Tiwanaku en varios sitios, pero no parece que exista un centro mayor de filiación Tiwanaku en la zona de prospección. Sin embargo, el área probablemente tuvo contacto con Tiwanaku a causa de su ubicación en una ruta entre el gran estado altiplánico y el valle de Arequipa donde claramente se establecieron colonias.
El patrón de asentamiento en el periodo Altiplano o Intermedio Tardío (1000 – 1450 d.C.) está dominado por al menos ocho pukaras o sitios fortificados de las cumbres, de acuerdo con un patrón más general para sitios defensivos en la época. Machu Llaqta es el más grande de todos, incluso de acuerdo al número de viviendas. Sin embargo, cabe notar que los cuatro pukaras ubicados al otro lado de la meseta, cerca de Vilque, en conjunto ocupan un área considerable y posiblemente formaban un grupo políticamente distinto de Machu Llaqta.
Con la transición al periodo Inca (1450 – 1532 d.C), el foco de asentamientos del área cambia desde el sitio de Machu Llaqta y los sitios cercanos hacia el norte de la meseta, con evidencias debajo y en las afueras del pueblo actual de Vilque, en la ruta antigua hacia Arequipa. El área ocupada se extiende hacia el norte en una cadena baja de cerros, donde aparentemente estos fueron remodelados para formar plazas planas y ligeramente rectangulares en las partes altas (ver izquierda). En varias otras partes de la zona, hay una cantidad abundante de sitios pequeños en los campos de cultivo y terrazas. La fina mampostería inca también se distingue en algunas chullpas de este periodo, posiblemente destinadas para la sepultura de oficiales incaicos o kurakas collas.
En resumen, los resultados de la prospección sugieren que la productividad agrícola era un importante factor determinante en la ubicación de los asentamientos. Además, ellos indican que las estrategias agrícolas variaron a través del tiempo, y que la población se juntó en los grandes centros por motivos que igualmente cambiaron en su énfasis relativa en la ceremonia, la defensa, y la cercanía a rutas de tráfico importantes.
De la época tardía destaca también la presencia de grandes cementerios. Con frecuencia éstos se ubican en faldas y puntas rocosas de los cerros, o en montículos pequeños de escombro y barro, posiblemente para ser visibles de lejos. El más importante de todos ellos (mostrado abajo) cuenta con más de 300 tumbas de los periodos Altiplano e Inca. En el año 2010 volvimos a visitar este sitio y varios otros cementerios con el fin de comprender mejor las variaciones estilísticas dentro y entre los cementerios. Nuestros datos indican que habrían existido distintas tradiciones locales en la construcción mortuoria, las cuales varían espacialmente incluso de un sitio a otro dentro de esta área relativamente pequeña. Sin embargo, los estilos locales comparten ciertos principios constructivos fundamentales que son omnipresentes en el área y abarcan tipos de tumbas muy distintos. Con la determinación de la ubicación precisa de todas las tumbas presentes en la zona de prospección, será posible también analizar la lógica de su distribución en el paisaje y los principios subyacentes que las caracterizan.
Contacténos para el Informe de la prospección 2009.